El sistema trifásico tiene 4 conductores de cobre, uno de los cuales lleva el neutro y 3 llevan 3 diferentes fases (i.e. 3 líneas). Por tanto, puede soportar cargas elevadas y permite gestionar un gran número de luminarias. Además, ofrece una mayor flexibilidad en la gestión de los circuitos. De hecho, las vías trifásicas están diseñadas para ofrecer tres circuitos de alimentación independientes, y permiten hasta tres encendidos independientes.
Esto permite dividir las luminarias montadas en un mismo carril en tres grupos, cada uno de los cuales puede encenderse individualmente o de forma conjunta, en función de requisitos como la intensidad de la luz natural disponible en la habitaciónm. Con el sistema trifásico, es como si hubiera tres cables con tres enchufes diferentes, por lo que el usuario puede decidir si conecta o desconecta uno, dos o los tres. En los adaptadores, hay un selector que permite al usuario elegir a cuál de las líneas conectarse: L1 (línea 1) , L2 (línea 2) y L3 (línea 3).
Otra ventaja de los raíles trifásicos es la normalización de los tamaños y posiciones de los adaptadores. A diferencia de los raíles monofásicos, que a menudo no estaban estandarizados, con la introducción de los raíles trifásicos los fabricantes empezaron a desarrollar un sistema más coherentem. Esto permite utilizar fuentes de alimentación de distintas marcas en raíles de distintos fabricantes, haciendo posible utilizar fuentes de alimentación de algunas marcas en raíles de otras marcas.
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